
Robert_P
Hemos llegado al final del Adviento del ciclo «A», la Navidad está próxima. Encendamos con agradecimiento la cuarta vela con nuestra familia y hagamos oración
En este cuarto domingo, agradezcamos porque la familia está alrededor de la Corona de Adviento. En la oración destaca el amor porque la Navidad está a la vuelta de la esquina. Hoy encenderemos la cuarta vela con mucha emoción.
Cuarto domingo: amor
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
Guía: Querida familia, hagamos oración en silencio:
«Encendemos, Señor, esta cuarta luz, redoblando nuestro deseo de llegar, limpios e irreprochables, a tu gran Día sin ocaso. Oh Dios, restáuranos; que brille tu rostro y nos salve. Te necesitamos, Cristo, a Ti, Luz Viva y Verdadera, para aclarar e iluminar los caminos que nos llevan a Ti.
Enciéndenos tú, Señor, nuestras lámparas que te esperan, cargadas del aceite de nuestras mejores obras. Que Te irradiemos, como María, Aurora del Sol naciente, en nuestras palabras y obras Para que así sea, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero.
Te lo pedimos a ti, que estás cerca y que vives y reinas por los siglos de los siglos».
Todos: Amén.
(Alguno de los presentes hace la lectura)
Escuchemos el santo Evangelio según San Mateo
«Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: «José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa».
Palabra del Señor.
Guía: Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciente la lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene.
(Alguno de los presentes enciende la vela)
«Al encender estas cuatro velas en el último domingo, pensamos en Ella la Virgen tu madre y nuestra madre. Nadie te esperó con más ansía, con más ternura, con más amor. Nadie te recibió con más alegría. Te sembraste en Ella, como el grano de trigo se siembra en el surco. Y en sus brazos encontraste la cuna más hermosa. También nosotros queremos prepararnos así: En la fe, en el amor, en el trabajo de cada día.
¡Ven pronto Señor, Ven a Sálvanos!»
Todos: Amén.
(Se puede entonar un canto).

